En el mantenimiento industrial, existen dos enfoques clave: el mantenimiento preventivo y el mantenimiento predictivo. Ambos tienen el objetivo de evitar fallos en los equipos HVAC, pero sus estrategias y beneficios varían.
Mantenimiento preventivo
Consiste en realizar intervenciones programadas con base en el tiempo o el uso estimado de los equipos. Por ejemplo, revisar filtros cada 3 meses o comprobar niveles de refrigerante cada 500 horas de operación.
Ventajas:
- Fácil de planificar
- Reduce fallos comunes
- Menor inversión inicial
Limitaciones: - No considera el estado real del equipo
- Puede implicar intervenciones innecesarias
Mantenimiento predictivo
Se basa en el monitoreo continuo del estado de los equipos mediante sensores, análisis de datos y software GMAO. Se actúa solo cuando los parámetros indican una futura avería.
Ventajas:
- Aumenta la vida útil del equipo
- Intervenciones más precisas y menos frecuentes
- Reducción de costes a largo plazo
Limitaciones: - Requiere inversión en tecnología
- Necesita personal capacitado
¿Cuál elegir?
Lo ideal es combinar ambos métodos. Utilizar mantenimiento preventivo para tareas básicas y predictivo en equipos críticos o con alto coste operativo.
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