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Cómo reducir el consumo energético en climatización sin perder confort

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La climatización representa una parte importante del gasto energético en edificios residenciales, oficinas y comercios. Reducir ese consumo sin sacrificar el confort es posible combinando mantenimiento, ajustes de control, mejoras de envolvente y modernización tecnológica. A continuación, una guía priorizada para lograrlo.

1) Empezar por lo que no se ve: mantenimiento y ajuste fino

Un equipo limpio y ajustado consume menos para conseguir la misma temperatura. El mantenimiento preventivo (filtros, baterías, ventiladores, presiones, drenajes) evita pérdidas de rendimiento por suciedad o fugas. Además, la calibración de termostatos y sondas evita ciclos erráticos y mejora la estabilidad térmica.

2) Control de temperatura y horarios

  • Setpoints razonables: 24–26 °C en verano y 19–21 °C en invierno. Cada grado de diferencia puede aumentar el consumo de forma significativa.
  • Horarios de ocupación: programa el sistema para que baje potencia fuera del horario laboral y anticípalo minutos antes de la apertura.
  • Zonificación: evita climatizar zonas vacías. Válvulas y compuertas motorizadas ayudan a sectorizar con precisión.

3) Envolvente y ganancias internas

El mejor kWh es el que no se necesita. Mejora el aislamiento de cubierta y fachadas, instala carpinterías con ruptura de puente térmico y gestiona la radiación solar con persianas y láminas. Reducir cargas térmicas permite a la climatización trabajar menos horas a menor potencia.

4) Modernización de equipos y componentes

Los equipos inverter y de última generación (etiqueta A+++) ofrecen mejores EER/COP y modulación precisa. Sustituye ventiladores tradicionales por EC fans, instala variadores de frecuencia en bombas, automatiza válvulas de expansión electrónicas y añade recuperación de calor en ventilación. En climas favorables, el free-cooling reduce horas de compresor.

5) Ventilación con control por demanda

La ventilación constante a caudal fijo puede sobredimensionar el consumo. Emplea control por CO₂ o presencia para ventilar solo lo necesario, manteniendo la calidad del aire interior sin penalizar la factura.

6) Medición, BMS y cultura energética

Lo que no se mide no se mejora. Integra la climatización en el BMS, instala contadores por zonas y revisa datos semanalmente. Define indicadores (kWh/m², horas de compresor, temperatura media) y corrige desviaciones. Involucra a usuarios con pautas sencillas: puertas cerradas, evitar obstruir salidas de aire, reportar incidencias.

7) Normativa y planificación

El RITE y los planes de energía y clima promueven eficiencia y mantenimiento documentado. Diseña un Plan de Gestión Energética anual con acciones, responsables y ahorros estimados (y reales). Prioriza las medidas con mejor relación coste/impacto.

Ejemplo de hoja de ruta de ahorro

  1. Mantenimiento integral + calibración de sondas.
  2. Ajuste de setpoints y horarios por ocupación.
  3. Zonificación y sellado de infiltraciones.
  4. Recuperación de calor y control por CO₂.
  5. Reemplazo de equipos críticos por inverter A+++.
  6. Seguimiento mensual con indicadores y acciones correctoras.

Conclusión

La reducción del consumo en climatización es la suma de muchas mejoras: unas de bajo coste y rápida implantación; otras de inversión con retorno claro. Si combinas mantenimiento, control y modernización, alcanzarás ahorros sostenidos sin renunciar al confort. En TH Mantenimiento diseñamos planes a medida que priorizan el ROI y la calidad del aire interior.