Los sistemas de volumen de refrigerante variable (VRV o VRF, según fabricante) se han convertido en una de las mejores soluciones para climatización en edificios industriales, oficinas y grandes superficies. Su principal ventaja es la capacidad de modular la potencia según la demanda real de cada zona, lo que ofrece un rendimiento energético superior a los sistemas tradicionales.

¿Cómo funcionan?

Los sistemas VRV/VRF ajustan el flujo de refrigerante que se envía a cada unidad interior, dependiendo de la carga térmica de cada espacio. Esto permite climatizar múltiples zonas de forma independiente, usando un solo sistema exterior.

Ventajas clave:

• Alta eficiencia energética: Ideal para empresas que buscan reducir su consumo.
• Modularidad y escalabilidad: Se adapta a ampliaciones o cambios de distribución.
• Confort optimizado: Cada área mantiene su propia temperatura según necesidad.
• Menor impacto estético: Solo se requiere una unidad exterior, con múltiples interiores.
• Control centralizado y remoto: Se puede integrar con plataformas GMAO o BMS.

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